Desde 1995 fue instaurada en San Francisco esta singular celebración dedicada a estimular (literalmente) esta ancestral práctica, así como revisar algunos de los beneficios científicamente comprobados que el masturbarte puede representar a la salud sexual.
Todo comenzó hace 17 años cuando la Dra Joycelyn Elders, quien había sido nombrada como Cirujana General de Estados Unidos (en un acto histórico ya que era la primera persona de origen afroamericano que recibía este nombramiento) fue interrogada sobre la masturbación, luego de su discurso en el Día Internacional del SIDA, en las Naciones Unidas. Elders respondió: “Creo que es algo propio de la sexualidad humana y esto es algo que debería de ser enseñado”. En una absurda decisión por parte de las autoridades esta respuesta le costó su puesto.
En reacción ante el ridículo despido de la Dra. la compañía Good Vibrations, dedicada a la elaboración de juguetes sexuales y a difundir educación progresista sobre la sexualidad, decidió designar al mes de mayo como el mes mundial de la masturbación, con el fin de organizar conferencias y financiar estudios, en torno a la masturbación abordada no como un tabú sino como un ejercicio al cual el ser humano ha recurrido, en forma masiva, a lo largo de su historia. Y ahora, 17 años después, esta conmemoración se ha institucionalizado, implicando un gran progreso educativo alrededor de esta práctica en todo el planeta.
Históricamente la masturbación ha sido condenada como un acto impúdico e incluso inmoral entre sociedades alrededor del mundo, utilizando argumentos un tanto retrogrados y difundiendo caricaturescos males supuestamente producidos por masturbarte.
Por otro lado, y como una postura crítica mucho más respetable, se encuentra una parte de la sociedad que opina, en buena medida fundada en la tradición oriental del manejo de energía, que la masturbación no es recomendable, al menos en el caso masculino, en el sentido en que implica la eyaculación del hombre y con ello un proceso de auto-drenaje energético. Es decir el derroche de energía.
Sin embargo, parece más o menos claro que la desinformación promovida alrededor de la masturbación para infundir temor moral o fisiológico, parece algo más nocivo que en si el hecho de “auto-complacerte” sexualmente. Y en todo caso algunos estudios científicos han detectado ciertos beneficios que puede traer (además de ser considerado el único recurso sexual infalible contra las enfermedades venéreas):
Beneficios
– Fortalece el sistema inmunológico
– Protege a la próstata de infecciones e incluso puede reducir la posibilidad de contraer cáncer en esta glándula.
Y te ofrecemos algunos tips más.
La masturbación no es solamente un sucedáneo de una relación sexual con otra (u otras) personas, sino un ejercicio de autoconocimiento y gratificación que, sin embargo, al considerarse tabú en nuestra cultura, poco se investiga abiertamente. No obstante, existen sitios que se dan a la tarea de recabar (y practicar) el “kama sutra de la mano”: técnicas que mezclan el ludismo y la fantasía para producir sensaciones únicas.
El lenguaje en que se describen estos métodos de autogratificación puede ser un poco técnico, pero confiamos en que sirvan más para inspirar la exploración y la aventura sobre el propio cuerpo que para cursar un examen en anatomía, y que además los términos se explicarán a sí mismos (sobre todo en la práctica):
Simulación “oral”
Para simular la sensación de unos labios deslizándose por la cabeza del pene es necesario lubricar la erección y sostenerla con una mano. Coloca los dedos índice y medio de tu mano dominante juntos y de manera horizontal, con la palma hacia tu rostro. Presiona el glande contra la abertura entre los dedos, los cuales deberán estar relajados, no tensos. Repite esta operación hasta que un tercio del cuerpo del pene haya pasado por la abertura, y luego vuelve a la posición inicial. Naturalmente hay que repetir. Mantén la posición del pene colocando la palma de tu otra mano sobre el glande y oprimiendo suavemente.
Sábanas de seda
Tiéndete en la cama y coloca una sábana sobre ti, de preferencia de un material muy suave y no rugoso. Sostén tu pene con una mano y estimula (por fuera de la sábana) la cabeza del mismo con la otra mano. La ventaja de esta técnica es que no necesitas lubricante, y te da una poderosa sensación en el glande, una de las áreas más sensibles del miembro masculino; de hecho es posible que no puedas sostener mucho tiempo esta estimulación debido a la sobrecarga de sensaciones que sentirás.
El lechero
Forma un “anillo” en la base de tu pene con el pulgar y el dedo medio de una de tus manos (los cuáles deberán estar lubricados apropiadamente) y deslízalo a lo largo de la superficie del pene hasta llegar al glande. Cuando el anillo de una mano llegue al final del pene, forma otro anillo con la otra mano y repite la operación. La idea es seguir estimulando hacia arriba y nunca bajar.
Agarre de mono
Esta técnica funciona especialmente para estimular el escroto con una mano mientras te masturbas con la otra. Si tu mano dominante es la derecha, en lugar de sostener tu escroto con la mano izquierda desde el lado izquierdo, pasa la mano izquierda por encima de la muñeca derecha y sostén el escroto desde el lado derecho. Parece complicado, pero si lo haces correctamente (al menos la primera vez) se sentirá como si alguien más estuviera sosteniendo tu escroto.
La “vagina”
Usando el agarre de mono, recuéstate sobre uno de tus costados mientras sostienes firmemente el pene con ambas manos. En lugar de mover tus manos, en esta técnica es necesario mover la pelvis para simular el movimiento de la penetración. La sensación es muy diferente a la de la masturbación “normal”, pues el cuerpo entero está implicado en la estimulación. Sencilla técnica, pero efectiva.
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Fuentes: El Ciudadano Web / PijamaSurf