La visión actual que tenemos de las drogas en los países occidentales se encuentra cargada de significados y asociaciones negativas; el concepto nos remite a las llamadas drogas ilegales, sustancias de abuso y generalmente lo relacionamos con personas adictas o criminales.

Mike Jay, escritor e historiador británico, especialista en historia de la ciencia y la medicina, aseguró que si se revisa la historia de las sustancias que alteran la mente y de las diferentes culturas, podremos darnos cuenta que las drogas ilegales no siempre tuvieron esa asociación negativa.

El autor del libro High Society, dice que existen diferentes conceptos de droga, desde el más general, que significa medicina o sustancias tóxicas que alteran la mente, hasta la idea actual de occidente donde droga no es una palabra neutral, sino un concepto negativo.

Cuando la gente piensa en drogas, no piensa en el café, el té o la cerveza, sino en drogas ilegales como la cocaína o la marihuana. En nuestra mente parece existir una frontera muy clara entre drogas ilegales y drogas legales; sin embargo, señaló, si se ve en un contexto más amplio es obvio lo débil de esta barrera.

Por ejemplo, el alcohol, que actualmente es una bebida legal, a principios del siglo XX era considerado como droga ilegal en América, incluso en muchos países del mundo continúa siendo ilegal. En contraste, sustancias que ahora consideramos prohibidas como la cocaína y la heroína, fueron en un tiempo legales en Europa y se podían comprar en cualquier farmacia.

Otro caso son los campos de opio de Turquía, que desde hace milenios se dedican a su producción. De acuerdo con Mike Jay, tras una intensa presión de Estados Unidos, Turquía prohibió las plantaciones de opio, pero esta planta se siguió cultivando ilegalmente en los mismos campos y su producción terminaba convirtiéndose en heroína que se vendía en las calles.

Ahora, gracias a programas especiales de la Organización de las Naciones Unidas, el opio que se cultiva ahí, se emplea para la producción de morfina, usada en hospitales de todo el mundo.

Ante la pregunta de en qué momento la humanidad empezó a consumir drogas, la respuesta debería ser: desde siempre, incluso antes de que los primates fueran humanos. Algo que poca gente considera es que no sólo los humanos se estimulan con drogas ilegales, sino también los animales.

Un caso conocido son los gatos, que tienen particular gusto por una planta llamada científicamente Nepeta cataria, mejor conocida como catnip. Cuando los gatos se exponen a la planta actúan como si estuvieran locos y corren de un lado a otro, como por las alucinaciones que les produce.

Otros animales gustan de las mismas drogas que los humanos, como los monos, que en cautiverio rápidamente adquieren el hábito de fumar tabaco.

Los elefantes también gustan del alcohol. En países como India, donde esta droga está prohibida, los elefantes son capaces de oler a muchos kilómetros de distancia los lugares donde se produce alcohol ilegalmente y caminar hasta ahí para consumirlo.

De acuerdo con el historiador, el gusto por consumir drogas podría venir incluso desde nuestra herencia evolutiva animal, pero el hecho es que prácticamente todas las culturas de la humanidad han producido o consumido sustancias que alteran la mente y las han usado en ceremonias o de modo recreativo.

Mike Jay considera que la idea totalmente negativa de las drogas ilegales, que surgió en el siglo XX y que nos ha acompañado en el principio del siglo XXI, nuevamente está entrando en conflicto para dar lugar a un concepto más complejo.

El producto era envasado en ampolletas que se rompían, produciendo un chasquido o “pop”, para ser inhalado. De ahí el sobrenombre “poppers”

Three phials with reflection on white backgroundque luego se transformó en el nombre genérico que designa a ciertas sustancias químicas —generalmente nitritos de alquilo como el nitrito de isopropilo, el 2propil nitrito y el nitrito de isobutilo, además del nitrito de amilo y el nitrito de butilo — que se administran por inhalación. Se trata de líquidos incoloros y con un fuerte olor característico. El nitrito de amilo y otros alquilnitritos suelen inhalarse con objeto de aumentar el placer sexual. Los poppers empezaron a consumirse en discotecas en los años 1970. En algunos países del mundo la venta de los alquilnitritos está controlada o se considera ilegal. Dado que es una droga que se inhala, sus efectos se perciben de inmediato y duran entre uno y dos minutos. Los poppers aceleran el ritmo cardiaco, provocan que los músculos del ano y la vagina se relajen, por lo que son utilizados frecuentemente durante encuentros sexuales.

Estudios señalan que el popper es menos perjudicial para la salud que la mayoría de las demás drogas recreativas, lo cierto es que existen datos que demuestran que puede causar serios efectos adversos, incluso su consumo continuado puede provocar daños neurológicos o alterar temporalmente la visión.

Además, producen pérdida del conocimiento; labios, uñas y piel azulados; confusión mental, convulsiones, vértigo, dolor de cabeza, sudoración, náuseas,vómitos y enrojecimiento del rostro. Si se traga o aspira accidentalmente el líquido, en lugar de inhalar los vapores, se pueden ocasionar graves daños e incluso la muerte.

Antecedentes

Thomas Lauder Brunton (1844-1916), un prestigioso médico escocés, fue el primero en usar el nitrito de amilo para el tratamiento de la angina de pecho.

El uso clínico que le dio Brunton al nitrito de amilo se inspiró en los estudios de esta sustancia realizados por Arthur Gamgee y Benjamin Ward Richardson. Brunton razonó que el dolor y la incomodidad causados por la angina podrían reducirse administrando nitrito de amilo para dilatar las arterias coronarias de los pacientes, y así mejorar la circulación sanguínea hacia el músculo cardiaco.

Además los alquilnitritos volátiles provocan la formación de metahemoglobina por lo que se usaron como antídoto del envenenamiento por cianuro,  ya que la metahemoglobina se combina con el cianuro para formar cianometahemoglobina que no es tóxica. Los equipos de emergencia llevaban nitrito de amilo entre los elementos para contrarrestar el envenenamiento por cianuro, pero actualmente este tratamiento se considera obsoleto.

La revista Time y el Wall Street Journal informaron de que los hombres homosexuales habían iniciado la moda de consumir nitrito de amilo como medio para incrementar el placer sexual, pero que rápidamente se había extendido su consumo entre los heterosexuales más innovadores debido a una agresiva publicidad. Realizaron entrevistas a finales de los años 1970 en las que se revelaba que existía un espectro muy amplio de consumidores. No hay muchas encuestas sobre el consumo de esta época, pero un estudio de 1988 reveló que el 69 % de los hombres que habían tenido relaciones homosexuales en el área de Baltimore/Washington DC declararon haber consumido popper alguna vez, y que el 21 % lo había consumido en ese año. La encuesta también reveló que el 11 % de los consumidores de otras drogas recreativas de ese territorio habían consumido popper, incrementándose la tasa al 22 % entre los que consumían mayor cantidad de drogas, con una media de edad del primer consumo de 25,6. Los dos grupos de la encuesta consumían popper para «ponerse» aunque los varones homosexuales lo utilizaban principalmente durante las prácticas sexuales. Se registró un descenso del consumo de este grupo tras la epidemia del sida, pero no entre los consumidores de otras drogas. Un estudio de 1987 encargado por el senado de Estados Unidos y realizado por el Departamento de Salud y Servicios Humanos encontró que menos del 3 % de la población total estadounidense había consumido popper.

El consumo por parte menores ha sido históricamente mínimo debido, en parte, a la dificultad para conseguirlo por la prohibición de su venta. En 2005 se publicó un documento que examinaba el uso de popper autodeclarado por los adolescentes estadounidenses de 12 a 17 años en las encuestas nacionales sobre abuso de drogas de 2000 y 2001. Del total de los encuestados de este grupo de edad, un 1,5 % afirmaron haber consumido popper. Este porcentaje aumentaba entre los mayores de 14 años.  En contraste con estas bajas tasas en una encuesta realizada en el noroeste de Inglaterra se encontró un porcentaje del 20 % de consumo autodeclarado entre los chicos de 16 años.

El popper tiene una larga historia de uso debido a la ráfaga de sensaciones agradables y mareo que produce la inhalación de sus vapores. A pesar de que existe al menos un estudio que señala que el popper es menos perjudicial para la salud y la sociedad que la mayoría de las demás drogas recreativas,  existen datos que demuestran que puede causar serios efectos adversos. Su consumo continuado puede causar daños neurológicos. Hay algunos indicios que indican que el consumo de popper puede alterar temporalmente la visión.  Si se traga o aspira accidentalmente el líquido, en lugar de inhalar los vapores, se pueden ocasionar graves daños.

En el siglo XIX, el nitrito de amilo se empleó médicamente como vasodilatador y antídoto de la intoxicación cianhídrica, aunque este uso se considera obsoleto

Prohibiciones

No sucede todos los días que un parlamentario británico reconozca públicamente ser consumidor de una droga recreativa utilizada mayoritariamente por homosexuales para incrementar el placer sexual.

Pero eso pasó cuando el conservador Crispin Blunt admitió, la semana pasada, ser consumidor de “poppers” –el nombre genérico de la droga– al oponerse a una nueva legislación que las acaba de prohibir en Reino Unido.

La medida ha causado polémica, particularmente dentro de la comunidad gay, la mayor –aunque no la única– consumidora del producto.

La sustancia, nitrito de alquilo o nitrito de amilo, será considerada ilegal a partir de abril de 2016 tras un voto en el Parlamento que aprobó la llamada Acta de Sustancias Psicoactivas.

Es parte de los esfuerzos del gobierno por prohibir los llamados “legal highs“,estupefacientes o estimulantes que pueden producir efectos similares a, por ejemplo, la cocaína o el éxtasis, pero que, por varias razones, no estaban clasificados como drogas ilícitas.

El acta ha sido redactada en términos muy amplios, describiendo las sustancias psicoactivas como algo “capaz de producir un efecto psicoactivo en la persona que las consume”.

Unos señalan, entre varias críticas, que el gobierno no manifiesta una preocupación similar con otras sustancias legales que están vinculadas a muertes, como el alcohol, la cafeína y el tabaco.

Y hay indicaciones que la prohibición de los “poppers” pueda ser derogada. Pero, hasta que eso suceda, habrá redadas en los expendios y, sin duda, arrestos por posesión y distribución.

La policía ya ha realizado operativos de “recaudación de inteligencia” en los que incautaron las, por ahora, sustancias legales en varios locales del centro y occidente de Inglaterra.

Variantes

Los “legal highs“, euforizantes o estimulantes legales, habían logrado eludir el control de la ley porque tenían una composición química diferente de otras sustancias proscritas.

Por lo general se publicitan como “sales de baño” o “fertilizantes para plantas” o “aromatizadores de ambiente”.

Y también se ofrece información muy vaga sobre su contenido, aunque, para evitar problemas, los vendedores especifican que no son para el consumo humano.

Aunque el conocimiento de los efectos a largo plazo son muy imprecisos, los defensores de los productos afirman que su impacto en la salud es mínimo.

Eso es lo que se dice de los “poppers”, cuyo uso es 25 veces más común entre los hombres homosexuales que entre los heterosexuales, según una encuesta reciente.

Y es por eso que los críticos del acta sostienen que se trata de una ley discriminatoria, que criminaliza el estilo de vida electivo de la comunidad gay.

La razón de su atractivo para este grupo: contienen nitritos de alquilo en forma líquida que, al inhalarse, dilatan los vasos sanguíneos, relajan los músculos lisos (como el de los esfínteres) y producen una intensa sensación de alegría.

Lo que explica por qué en los principales almacenes de productos sexuales, los “poppers” se encuentran en las estanterías empacados en pequeñas y coloridas botellitas con nombres como Buzz (zumbido), Rush (euforia), Deep (profundo) yHard On (erección).

Efectos

Inicialmente fue usado como vasodilatador inhalado para aliviar la angina de pecho, los efectos se producen muy rápido, y su duración es muy breve. La inhalación de nitritos relaja los músculos lisos. Los músculos que rodean los vasos sanguíneos son lisos y al relajarse provocan la dilatación de estos vasos, bajando la presión arterial y aumentando el ritmo cardiaco, esto produce una sensación de calor y de euforia, que dura generalmente un par de minutos. No está claro si tiene un efecto directo sobre el cerebro.

Teniendo en cuenta que el esfínter del ano y la vagina son músculos lisos y estos sufren dilatación por el químico, su empleo es muy común durante el acto sexual para facilitar la penetración. Además incrementa la excitación y las sensaciones producidas durante la relación sexual. Aunque hay testimonios de que tanto los hombres como las mujeres pueden experimentar placer por la inhalación de popper, la sensación producida no es del mismo nivel ni es placentera para todo el mundo. Además el uso de popper entre los hombres puede causar dificultades para la erección, sobre todo a altas dosis.

El auge del nitrito de amilo ocurrió en la era del disco, en los años 70 y, luego, en la escena de las fiestas “rave” de los 80 y 90 muy influenciadas por la comunidad gay.

Pronto se convirtió en la manera tanto para desinhibirse socialmente como para facilitar el sexo.

Se dice que en las discotecas de Nueva York, frecuentemente se rociaba el ambiente para crear una euforia colectiva.

Una serie de prohibiciones motivó varios cambios en la composición química de los “aromatizadores” que están actualmente a la venta.

Y es bajo la categoría de “atomizadores de ambiente” que se permite su venta en algunos países, hasta la entrada en vigencia del Acta de Sustancias.

Poppers y legislación

Hoy en día, no existe realmente una ley que se pronuncie sobre la legalidad de los poppers de manera clara. Se sabe que lo que se condena y castiga es el uso que se le da a los nitritos, que son la composición de los poppers, y dentro de los cuales encontramos el nitrito de amilo y de butilo, el nitrito de propilo, el nitrito de pentilo y el nitrito de hexilo. Estos nitritos son derivados del alquilo y, como vimos antes, puede darle diferentes usos, desde médicos a cotidianos.

En realidad, por lo que podemos deducir, la legislación está direccionada a la prohibición del uso que se le da, y no al producto como tal. Es por esto, como seguramente habrás podido notar, que cada bote de popper indica un uso distinto: limpiador de cuero, perfume de ambiente, incienso líquido, entre otros; así como la advertencia de no inhalar. Dado que no en todos los países su venta y consumo están prohibidos, esta es una de las maneras que se encontró para “engañar” a la ley y darles una connotación legal.

Legislación europea de los poppers

Como lo mencionamos anteriormente, la ley no es la misma en todos los países, por lo que en algunos casos el popper será legal (tanto su consumo como su venta), y otros en los que no se admitirá su comercialización.

En el caso de España y América Latina, la venta de poppers está prohibida, pero no está muy claro si su consumo también. Por esto, es importante que elijas sitios seguros y de calidad para obtener tus amados botes.

Por su parte, Suiza, Alemania y Austria no prohiben el consumo de los poppers. Sin embargo, se debe tener una autorización legal para poder comercializarlos, sobre todo los compuestos de amilo.

En países como Francia, la producción, la venta y el consumo de popper es completamente legal. Sin embargo, el nitrito de isobutilo sigue siendo ilegal en cuanto a su venta y su consumo, tanto en Francia como en la Unión Europea. Puedes entonces transportar, comprar y consumir cualquier tipo de popper (nitrito de amilo, nitrito de propilo, nitrito de pentilo, mezclas de nitritos) menos el popper a base de nitrito de butilo. Este es el caso también para Portugal y el Reino Unido.

¿Y qué hay de los otros países?

Fuera de Europa, más específicamente en el continente americano, los poppers son clasificados como inhalantes, siendo, como en el caso de Méxicosustancias legales de uso industrial. Sin embargo, el abuso de su consumo puede contraer serios problemas de salud, razón por la cual existen leyes para promover su prohibición, sobre todo cuando están expuestos a niños y jóvenes de entre 12 y 19 años. (Para más información, consulta la página del senado de México).

En lo que a Colombia respecta, los poppers son considerados una droga solo cuando se inhalan, desviando su verdadero uso: la limpieza de computadores. Es por esto que su venta al público es libre, pues, en la teoría, su uso es industrial y no personal. Cuando los poppers son considerados como una droga, estos son clasificados como sustancia psicoactiva y no están prohibidos por no generar dependencia, como si lo hacen los estupefacientes. (Saber más).

La ley en Argentina es clara y explícita: el uso, comercialización, importación y exportación de los poppers está prohibido, pues consideran que la sustancia cloruro de etilo es uno de sus componentes. No obstante, el efecto anestesiante del cloruro de etilo no está presente en los poppers, lo que nos lleva a preguntarnos si es una razón válida para su prohibición.

Yendo más al norte del continente, los poppers se pueden comercializar en Estados Unidos, siempre y cuando no sea para inhalarlos. Solo una prescripción médica le dará un uso legal. Por su parte, Canadá autoriza la producción de dichas sustancias, pero prohibe su venta y consumo, implementando duras sanciones como multas e, incluso, la prisión.

La anterior es una lista no exhaustiva de la legislación en ciertos países de América. Al no tener muy claros sus efectos, las leyes de cada país no reflejan con exactitud su prohibición. Sumando a esto la actualización de las leyes, que cambian en un corto periodo. Te invitamos a consultar la legislación de tu nación para tener más información sobre la legalidad de los poppers en tu país.

¿Por qué se prohibe el popper?

Varias razones podrían explicar el origen de esas interdicciones efímeras. La más probable de todas es sin duda alguna el miedo de las autoridades sanitarias por la aparición de efectos secundarios graves. Sin embargo, no se produce ninguna dependencia física con el consumo de popper. Además, ningún estudio revela cualquier nocividad de los nitritos que constituyen el popper (excepto el nitrito de butilo que sería cancerígeno, lo que explica su prohibición).

Extrema precauciones

Una vez que conoces su origen, efectos y polémica al respecto, si decides usar poppers, debes saber que son altamente flamables, por lo que además debes mantenerlos alejados de cigarrillos, velas y encendedores.

Es importante recordar que algunos estudios han demostrado que los poppers reducen el funcionamiento del sistema inmune por varios días después de su uso. Relacionado con esto, resulta más fácil recibir infecciones, incluyendo enfermedades de transmisión sexual.

Poseen un riesgo extra para las personas que cuentan con sistemas inmunes suprimidos, problemas cardiacos, presión sanguínea alta o baja, una historia de hemorragias cerebrales, anemia, o en caso de embarazo.

La combinación de poppers con estimulantes como el alcohol y otras drogas como la cocaína aumenta los riesgos.

Recuerda también que esta droga afecta tu capacidad de juicio, por lo que si planeas tener relaciones íntimas, utiliza protección antes de inhalarlos.

 Fuentes: Wikipedia / BBC / Salud180  / EuroPoppers
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