La Visión Actual de las Drogas en los Países Occidentales

La visión que tenemos de las drogas en los países occidentales se encuentra cargada de significados y asociaciones negativas. Sin embargo, si se revisa la historia de las sustancias que alteran la mente y de las diferentes culturas, podremos darnos cuenta de que no siempre tuvieron esa asociación.

Mike Jay, escritor e historiador británico, especialista en historia de la ciencia y la medicina, asegura que existen diferentes conceptos de droga. Cuando la gente piensa en drogas, no piensa en el café o la cerveza, sino en sustancias ilegales como la cocaína o la marihuana. En nuestra mente parece existir una frontera muy clara entre drogas ilegales y legales. Sin embargo, si se ve en un contexto más amplio es obvio lo débil de esta barrera.

Por ejemplo, el alcohol fue considerado una droga ilegal en América a principios del siglo XX, mientras que sustancias que ahora consideramos prohibidas como la cocaína y la heroína, fueron en su momento de venta libre en farmacias.

Ante la pregunta de en qué momento la humanidad empezó a consumir drogas, la respuesta debería ser: desde siempre, incluso antes de que los primates fueran humanos. Prácticamente todas las culturas han producido o consumido sustancias que alteran la mente y las han usado en ceremonias o de modo recreativo. Hoy, el concepto totalmente negativo que surgió en el siglo XX está entrando en conflicto para dar lugar a una visión más compleja y honesta.


Poppers: De la Farmacia a la Pista de Baile

Los poppers son líquidos incoloros y volátiles con un fuerte olor característico, compuestos por nitritos de alquilo. Aunque su uso actual es recreativo, su historia se remonta a la medicina del siglo XIX, cuando el nitrito de amilo se usaba para tratar la angina de pecho por su efecto vasodilatador.

Hoy, su popularidad en la comunidad gay se debe a una razón muy específica: el placer. Los poppers relajan los músculos lisos del ano y la vagina, facilitando la penetración y aumentando las sensaciones durante el sexo. Sus efectos son inmediatos y duran solo unos minutos, produciendo una ráfaga de euforia, calor y desinhibición.

Fue en la era del disco, en los años 70 y 80, cuando los poppers se convirtieron en un ícono de la cultura rave y de los clubes. Eran una forma de liberar el cuerpo y la mente, creando una euforia colectiva y una experiencia sexual más intensa. Su presencia en la cultura gay es un reflejo de esta búsqueda de libertad y placer sin límites.


Poppers y Legislación: Un Eufemismo Constante

La legalidad del popper es un tema ambiguo en muchos países. A lo largo de los años, su clasificación legal ha sido un vaivén constante. Lo que hoy es legal, mañana no lo es; lo que en un país se vende libremente, en otro puede ser un delito.

Para sortear las restricciones, los vendedores han recurrido a una estrategia clásica: etiquetar el producto con usos alternativos. Por eso, puedes encontrarlos en tiendas de artículos sexuales o tiendas online como “limpiador de cuero”, “aromatizador de ambiente” o “incienso líquido”, siempre con la advertencia de “no inhalar”.

En el caso de España y la Unión Europea, la legislación ha sido objeto de debate y cambios. Actualmente, el popper se puede vender y consumir libremente en la mayoría de los países, siempre y cuando no contenga nitrito de butilo, que está prohibido por ser potencialmente cancerígeno.

En Latinoamérica, la situación varía. En algunos países, como México, son considerados sustancias industriales, por lo que su venta es libre, pero su uso recreativo no está regulado. En otros, como Argentina, la ley prohíbe explícitamente su comercialización y uso. Es una realidad que los consumidores deben conocer para mantenerse seguros.


Poppers y Salud: Extrema Precaución

Aunque algunos estudios señalan que el popper es menos perjudicial que otras drogas recreativas, es crucial conocer sus efectos adversos. Son altamente inflamables, por lo que deben mantenerse alejados de cualquier fuente de calor. Su efecto vasodilatador tiene riesgos importantes:

  • Riesgo Cardiovascular: Si tienes problemas del corazón o sufres de presión arterial alta o baja, el uso de poppers puede ser peligroso. La combinación con otros vasodilatadores, como los medicamentos para la disfunción eréctil (viagra, tadalafil), es extremadamente peligrosa y puede causar un paro cardiaco.
  • Riesgo Ocular: Se ha demostrado que el uso continuado de popper puede dañar la visión, causando una condición conocida como maculopatía.

Además, su efecto puede provocar pérdida de conocimiento, confusión mental, dolores de cabeza, náuseas, y enrojecimiento facial. Si el líquido se ingiere o se aspira accidentalmente, puede causar daños graves o incluso la muerte.

Es importante recordar que esta droga afecta tu capacidad de juicio, por lo que si planeas tener relaciones sexuales, la única forma de protegerte de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) es con un condón. El popper no previene contagios.

Al final, el conocimiento es poder. Conociendo los riesgos y actuando con responsabilidad, puedes tomar una decisión informada sobre tu cuerpo y tu placer.

Previous

Bareback: El Placer de la Piel, la Libertad y el Autocuidado

Next

Un Rito de Rendición: La Verdad Detrás de Tragar Semen

Lee también