La noche de 1999 en la que Showtime estrenó su adaptación de la serie británica Queer as Folk, algo cambió para siempre. No era una historia sobre la homosexualidad en los márgenes, sino en el epicentro de la vida: la amistad, el sexo, la fiesta, el dolor y la euforia de un grupo de hombres gay y sus amigas en Pittsburgh. La serie se atrevió a mostrar el sexo sin velos, las inseguridades sin filtros y las complejidades de una comunidad que, hasta entonces, era invisible para la televisión de gran audiencia. Queer as Folk no solo fue un espejo, fue una declaración de guerra contra la doble moral, la misma que en México se esconde detrás de fachadas coloniales, y que en otras ciudades de Iberoamérica se oculta en los pasillos de iglesias ancestrales o en los silencios de familias tradicionales.

El legado de una transgresión


Su antecedente, la serie británica del mismo nombre (1999), fue un huracán de tres episodios en el que el creador Russell T Davies ya sentaba las bases de lo que sería una revolución. Pero fue la versión estadounidense la que extendió la narrativa, la profundizó y la llevó a una escala épica, con 83 episodios que exploraban cada faceta de la vida LGBTQ+. Mientras que el original era un retrato crudo de la vida nocturna en Mánchester, la versión de Showtime lo expandió para tocar temas como la homofobia, la adopción homoparental, el VIH/SIDA, la identidad de género y la lucha por los derechos civiles.

Lo que la hace eterna es su valentía para mostrar la sexualidad como un motor de la existencia. A diferencia de otras producciones que apenas sugerían la intimidad, Brian Kinney y Justin Taylor, y sus amigos, se tocaban, se besaban, se follaban sin remordimientos. Su sexo no era un acto tabú, era un lenguaje: de poder, de ternura, de rabia, de conexión. Se podía sentir la urgencia en cada escena, la necesidad de un escape, de un éxtasis que reafirmara su derecho a ser y a sentir. Para nosotros, en Latinoamérica, donde el cuerpo y el deseo han sido históricamente territorio de tabúes y culpa religiosa, ver a estos personajes explorar su sexualidad de forma tan abierta fue una bocanada de aire fresco, una lección de libertad que muchos necesitábamos aprender.

¿Por qué la versión de 1999 es la mejor?


Aunque la serie original británica fue la chispa y hubo un intento de remake en 2022 por Peacock, la versión de Showtime de 1999 es la que se lleva el premio mayor. El reboot de 2022 intentó modernizar la historia, pero falló en capturar la esencia cruda y la urgencia de su predecesora. Su cancelación temprana, después de solo ocho episodios, es un claro reflejo de que no logró conectar con el público de la misma manera.

Queer as Folk remake 2022

La versión de 1999 es la mejor porque fue, y sigue siendo, una obra de cinco temporadas que no tuvo miedo de ir a lo profundo. Se tomó el tiempo de construir personajes complejos, de mostrar el gozo y el sufrimiento de forma real, de confrontar el VIH y la lucha por los derechos de una manera que resonó globalmente. Fue la primera en mostrar la vida gay sin suavizarla para un público heterosexual. Era nuestra historia, narrada por y para nosotros. La versión de 2022, en cambio, se sintió como una imitación pálida, un intento de recontar una revolución que ya había ocurrido. La de 1999 es, y será, la obra definitiva.

El pulso que sigue vivo en 2025


En 2025, Queer as Folk sigue siendo dolorosamente relevante. La lucha por los derechos sigue enfrentando retrocesos, la homofobia aún se manifiesta en discursos de odio, y las narrativas sobre la vida gay se siguen filtrando a menudo por el miedo. Esta serie, en contraste, se mantiene como un testimonio de una época en la que la comunidad se unió para batallar contra el estigma. Verla hoy es entender de dónde venimos y por qué cada avance, por mínimo que sea, es un acto de resistencia.

Nos recuerda que la liberación no es solo política, sino también carnal y personal. En un mundo donde el amor y el deseo siguen siendo clandestinos para muchos, el descaro de Brian, la vulnerabilidad de Justin, el amor firme de Michael, y la lealtad de Emmett, Lindsay y Melanie, nos gritan que el placer sin culpa es la forma más pura de rebeldía.

Actualmente, puedes encontrar la serie completa en Prime Video y Max (antes HBO Max) en varias regiones de América Latina, incluyendo México, Colombia, Argentina, Chile y Perú. En España, la serie también está disponible en la plataforma de streaming SkyShowtime. Si buscas algo más que un simple relato, si anhelas una historia que te haga sentir, vibrar y cuestionar, es momento de que entres en ese cuarto oscuro y te dejes llevar por esta obra maestra.

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