En principio parece algo complicado y literalmente escandaliza a los más acérrimos gays. Sin embargo, la diversidad sexual no se refiere sólo al movimiento LGBTI, que agrupa a lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales.

Últimamente tanto el movimiento como la abreviatura se han extendido a LGBTTTI, que significa Lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual; las primeras 3 (LGB) son orientaciones/preferencias sexuales, las siguientes (TT) corresponden a identidades de género; la siguiente T corresponde a una expresión de género y la (I) intersexualidad corresponde a una condición biológica.

Aunque lo anterior hace más amplia la inclusión de ciertos sectores, existen posturas que afirman que aún hay más posibilidades y variantes sexuales no contempladas en estas categorías lo que hace insuficiente la nomenclatura.

Hoy nos referimos al movimiento g0y (escrito con el número cero, no con la vocal “o”) que basa su postura en valores como amor, confianza, respeto, discreción y masculinidad, pero que se contrapone de manera frontal y directa a lo LGBTTTI y específicamente a lo gay en su connotación más profunda y sexual.

GØYS es impulsado por la testosterona. Nuestra filosofía básica es simple: “El amor no funciona mal”, “Si no hay víctima, no hay crimen”. Si no puedes envolver tu cerebro con esos principios, ¡entonces estás en el lugar equivocado!

Es decir, los g0ys son hombres que sienten atracción sexual por otros hombres e incluso tienen contacto íntimo con ellos, pero no se definen como gays o bisexuales, el término “g0y” integra el número cero haciendo alusión a la escala sexual de Kinsey que en un rango del 0 al 6 establece los grados de heterosexualidad y homosexualidad en los hombres y donde el cero corresponde a aquellos 100% heterosexuales. En otras palabras, “G0Y no es una orientación sexual, sino un simple término que describe lo que la mayoría de los hombres sienten por otros hombres en los rangos 1 al 6 de la escala de Kinsey, eliminando cualquier noción de variantes de género y evitando especialmente los fetiches anales”.

De esto se desprende que los g0y no son activos ni pasivos y tampoco están de acuerdo con la “cultura” gay o más bien con los estereotipos que esta representa. No se consideran homofóbicos, pues no tienen miedo a la homosexualidad, pero por su naturaleza masculina, DETESTAN las actitudes amaneradas, el lenguaje con términos femeninos entre hombres y a aunque se reconocen como homosexuales en algunos casos y tienen relaciones con otros hombres, no consideran cómo una práctica sexual la felación, ni todos la realizan. Primordialmente rechazan y no practican el sexo anal.

Para muchos, este es el punto de conflicto: los argumentos que este movimiento utiliza para describir el hecho de no practicar el coito anal.

Para los g0ys, este tipo de práctica resulta denigrante, pues la persona que “recibe” queda en un nivel inferior y termina siendo dominado por el sujeto que penetra, lo que a su juicio implica la pérdida de la “hombría”, dado que también de acuerdo a sus pensamientos los g0y son machos alfa en busca de machos alfa y en este grado de masculinidad se considera una grave ofensa a su ética y una degradación del “sano comportamiento masculino”, cualquier actitud o actividad relacionada con la filosofía gay o directamente con el ano, pues los únicos órganos sexuales existentes son el pene y la vagina y se corresponden el uno al otro y a un hombre y una mujer, NO AL ANO, que es un foco de enfermedades e infecciones diversas, amén de que un macho alfa no puede penetrar a un similar, lo cual es una práctica de “fetichistas hece-homocidas” (sic).

¿Y entonces cómo…?

Adictos al “frot”

Si te preguntas cómo tienen sexo los “g0y”, es probable que pienses en la masturbación mutua. Ciertamente, esta práctica se encuentra en el menú, y también se acepta el sexo oral. Pero el rey indiscutible es el “frot” o “frottage”, que no es más que la frotación de genitales para alcanzar el orgasmo.

El “frot” no es algo exclusivo de los “g0y”, pero es la práctica sexual más utilizada por esta tribu. Sus defensores apuntan que permite la estimulación “directa, simultánea e igualitaria” de los genitales de los dos hombres. La postura ideal es uno encima del otro, aunque puede haber muchas variantes.

Superamigos

El ideal de una relación “g0y” es el de dos amigos supermasculinos y deportistas que acaban haciendo cosas juntos en la cama (algo que se parece mucho a una fantasía que más de uno habrá tenido con sus amigos heteros).

Aunque no se descarta la posibilidad de una pareja estable, los “g0y” prefieren una especie de amistad con “derecho a roce” (o, mejor dicho, a “frot”). Además, un vínculo “g0y” habilita a dos hombres a estar simultáneamente con una chica si si al menos uno de ellos se siente atraídos por las mujeres.

(Sin) Perfume de mujer

Los principales cuestionamientos a los “g0y” pasan por considerarlos como gays reprimidos, incapaces de aceptar su lado femenino y por preservar las relaciones dentro del clóset. También se les critica por menospreciar a los hombres que se sienten cómodos en roles femeninos (y, por ende, promover su discriminación) y limitar, además, el ejercicio libre de la sexualidad. Generalmente, los “g0y” tampoco aceptan la transexualidad o el travestismo.

La polémica

Como señalamos anteriormente, lo polémico de este asunto es la generalización de los gays como entes “afeminados” y más aún, hallar que lo femenino, propiamente dicho, supone inferioridad. Lo mismo ocurre con la idea de que ser penetrado en una relación homoafectiva es algo denigrante, asignándosele automáticamente a un rol femenino.

En Internet podemos encontrar dos grandes organizaciones que agrupan a las personas que se identifican con esta “filosofía”, y si bien no todos son igual de radicales, sí existen muchos que adoptan este discurso que para algunos es machista, homofóbico y misógino.

g0ys.org en Estados Unidos y Hetero G0y en Brasil, país que lleva la delantera en este movimiento en la web y redes sociales, son las plataformas encargadas de difundir todo tipo de información respecto a los g0ys.

…en el mundo antiguo, el comportamiento g0y era completamente normal, no sólo en Grecia, sino entre diferentes civilizaciones, incluyendo nuestras sociedades latinas tales como los Mayas, Aztecas, Tupi-Guarani y otras razas indígenas. La práctica del sexo anal como elemento de depravación contundente comenzó en Roma, como una demostración de poder del emperador con los subordinados, de los vencedores a los vencidos, etc. y al final, como una regla, ha tenido lugar la figura del activo subyugando al pasivo…

La bandera

Tan fuerte ha sido la presencia en Brasil de este movimiento, que fue allí donde se creó la bandera que pretende identificar a este grupo de hombres. Su autor, quien se identifica en Facebook como Joseph Campestri, es un estudiante de sociología brasileño y se ha convertido en un gran divulgador de este movimiento, dando charlas tanto en su país como en Estados Unidos.

El azul es el color masculino, y es esto es lo que representan lo(s) azul(es) en la bandera:

Bandera g0y

El azul oscuro representa profundidad / intensidad

El azul índigo significa guerrero por naturaleza

Lo blanco es la paz /amistad y el color

Azul turquesa indica integridad.

La bandera trae la conciencia de que el azul puede  tener  incluso gradaciones, pero DEBE SEGUIR AZUL. Así pues, comunica la consigna de que los hombres son profundamente masculinos y que los  Ø unidos permanecen como hombres rectos, guerreros y pacifistas.

Posiciones

En una entrevista publicada por el Huffington Post de Brasil, el joven explica que para él, identificarse como g0y tiene que ver simplemente con el gusto de “conservar su masculinidad” y porque no siente “necesidad de recurrir al sexo anal”.

También explica que si bien en Estados Unidos son más ortodoxos con el tema y hablan sobre la inferioridad al asumir roles socialmente definidos como femeninos, en Brasil son mucho más abiertos y no se consideran machistas ni misóginos. “La mayoría de los g0ys se relacionan sexualmente con mujeres y otros no. No es nada contra las mujeres ni contra lo femenino. Se trata de ser hombre y apreciar lo masculino, eso no es misoginia. ¿Por qué no puede ser visto como un poco de amor propio?”, señala.

“Los g0ys aprecian lo masculino y no son mejores personas que otros seres humanos por eso, son personas con cualidades y defectos como otros, son hombres con ‘ciertas particularidades’”, agrega.

En tanto, para la psicóloga y feminista Laura Leal, el tema es un poco más complejo pero nada nuevo, pues cree que el “amor hacia lo masculino” de este tipo de personas, sólo devela una misoginia internalizada, pues nuevamente se asocia la idea de lo femenino como un objeto de deseo y no de vivencia. “Estos planteamientos avalan la idea de que las mujeres son el objeto y lo masculino es el sujeto de deseo”, indicó.

Respecto al cuestionamiento o rechazo de los “g0ys” frente al sexo anal, Leal señala que no es más que un resultado de la heteronorma que impera en nuestra sociedad actual, y que dentro de su sistema de normas “las mujeres somos las que ‘debemos recibir’ y los hombres ‘dar’, por lo que se asume como normal que el cuerpo de las mujeres sea el penetrable y el del hombre el penetrador”, explica.

Sobre los roles y estereotipos de género en los que se basa este movimiento, la psicóloga señala que éstos cumplen un rol biopolítico importante en nuestra sociedad, donde lo femenino tiene sus propias características y la hombría las suyas. En este contexto, “quienes se asumen o identifican como g0ys, tienen una clara interpretación “positiva” de la masculinidad y sus roles, como una base para “desvalorizar lo femenino”.

A mi juicio, todo esto viene del imaginario del ideal social patriarcal, algo así como ‘hombres que tienen sexo con hombres, pero que no por eso dejan de ser hombres’. Acá se juega la hombría y la masculinidad como la carta más importante a la hora de relacionarse afectiva y sexualmente”, explicó.

Como también existen quienes se reconocen heterosexuales dentro de este movimiento, la activista indica que la lógica que debe funcionar para ellos, sería algo: “Tengo sexo con hombres masculinos y con mujeres femeninas, pero yo sigo siendo hombre y no gay, porque adopto y sigo prácticas y comportamientos machistas”.

Por último, agrega que en su experiencia también ha visto casos de mujeres que se asumen “lesbianas de verdad” y que no tienen prácticas penetrativas al considerarlas “masculinas” u otras mujeres heterosexuales que no se masturban por creer que es un “acto lésbico”, y lo ven como algo negativo.

Para Laura, son este tipo de discusiones las que avalan la necesidad de abolir el sistema de géneros, pues estas “nuevas tendencias” sólo vienen a reforzar un sistema violento, binario y que poco tiene que ver con lo complejo de la sexualidad humana.

Creo que como hombres podrían dar un paso triunfante al momento de asumir que es normal que hombres se deseen y/o amen entre hombres, sin embargo, al cumplir fielmente con su rol de ‘machos’, mantienen el sistema patriarcal, ese que no los hace perder sus privilegios de ‘machos dominantes’”, concluyó.

¿Cuánto tienes de gøy?

Si tienes dudas respecto a tu heterosexualidad o a tu homosexualidad, y nuevamente haciendo referencia a la filosofía g0y, te mostramos la manera de realizar un pequeño autoexamen de actitud para que te des cuenta si tienes un espacio en esta comunidad:

Nadie nace g0y – porque no es una orientación sexual. El termino “orientación” se refiere a una predisposición sexual, mientras que la “tendencia sexual” permite solamante dos manifestaciones: homosexualidad y heterosexualidad y lo que hoy se concibe por bisexualidad no es más que un estado intermedio, por lo que los tres términos ignoran todos los grados y posibilidades que existen entre ambos extremos y en los que los g0y habitan.

Un g0y no está dentro del ámbito de la bi-sexualidad, sino que en el ámbito de la bi-deseabilidad.

Un g0y tiene menos que ver con la orientación y tiene más relación con identidad, con condición, con actitud y con comportamiento sexual masculino. A lo largo del tiempo hay que notar que en las nueva generaciones, varios hombres jóvenes ya inician actividades sexuales siendo g0ys heteroflexibles, pero aún es muy común que ocurra una migración del mundo gay o bisex, como una migración del mundo heteronormativo, hacia la condición g0y.

Puede ser que vos si ahora te estés preguntando ¿Soy un g-cero-y’ más en el mundo? Así que ahora te estás enterando que es muy común y quizás si, especialmente están pasando por la su cabeza cuestiones como:

SI ERES ESENCIALMENTE HETERO:

– No me molesta ver hombre desnudo, al contrario, aprovecho y doy una mirada rápida;

– Siempre me he considerado un simpatizante del movimiento GLS (Gays, lesbians and sympathizers), aunque no me cosidere gay;

– Pienso que es normal una relación de tres y no creo que en esta situación el novio ó marido es traicionado;

– Siempre me gustaron de las bromas y juegos medio eróticos que ocurren entre machos, en los vestidores, en momento de diversión y/o durante el chat más informal, en la academia, en entrenamientos de lucha, durante excursiones, etc., y siempre los he considerado actos normales y no como cosas de “clóset”;

– He asistido a grupos de masturbación grupal y me pareció super cool;

– Pienso que estar sólo con un hombre, no lo haría de ninguna manera, pero si hay una hermosa mujer que participe, lo haría sin problema;

– Cuando era joven no me gustaban la regaderas comunales, luchas físicas de contacto y/o similares, porque tenía miedo de tener una erección “involuntaria” y “ser confundido” delante de mis amigos;

– Me atrae la idea de unirme con parejas de novios (y subjetivamente la adrenalina de no saber si el hombre será sólo voyeur, o si querrá interactuar);

– Pienso que no tengo el valor para realizar sexo oral, pero si algún brother me la quiere me chupar, me lo dejo hacer…

– Me siento muy bien abrazando a otro hombre, incluso si es un abrazo más largo y subjetivamente me siento más a gusto sabiendo que él es un hombre heterosexual y no un homosexual.

En última instancia, nos imaginamos que esto da para inferir situaciones diversas que van mucho más allá de las mencionadas anteriormente. Pero situaciones como estas de ejemplo y otras, son muy típicas de heteros que deliberadamente decidieron convertirse en g0ys.

SI ERES ESENCIALMENTE HOMO:

– Siempre me he sentido incómodo al realizar sexo anal, duele demasiado y a menudo sólo lo he hecho para complacer a mi pareja;

– A pesar de sentir atracción por otros hombres, siempre he me considerado más masculino;

– No tengo afinidad con “queer afeminados”, ni me siento como un miembro de la comunidad gay, ni me ha comportado públicamente como uno de ellos;

– Soy activo, pero siempre disfruto de interactuar con otros activos;

– Siempre pensé que podría ser interesante la situación de salir con un hombre y mujer juntos al mismo tiempo;

– En muchos momentos, me gustaron más los manoseos y las preliminares la penetración que el sexo gay en si.

Del mismo modo, en el lado homo también es muy común la transición para el mundo g0y, por un período temporal o no y varias situaciones pueden habitar la imaginación de aquellos que se sienten atraídos por el tema not-gay, yes-g0y.

¿Tienes ahora un panorama claro del movimiento g0y y su significado? ¿Cómo lo consideras en relación al movimiento gay o LGBTTTI? ¡Exprésanos tu punto de vista!

Fuentes: Redacción El Cuarto Oscuro / COPREDLo que un gay quiere / g0y.orgHetero G0y / Biobiochile / Wikipedia

 

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1 comment

  1. Estoy de acuerdo con los g0ys. La adopción de comportamientos afeminados y la norma del sexo anal, con sus respectivos roles activo y pasivo, son en realidad actitudes heterosexistas donde se supone que la atracción por los hombres sólo se puede producir desde la feminidad, y lo del coito anal es un sucedáneo del coito heterosexual donde uno escoge el rol de macho y otro el rol de la mujer.

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